Él se llama ...

Él se llama o se llamaba
Me enseñó a querer
Me enseñó a demostrar
Me enseñó a aferrarme
Me enseñó a abrazar
Me mostró mi yo
Me mostró que puedo ser más
Me mostró que puedo obtener lo que quiero
Me demostró que me quiso
Me demostró que me consideraba
Me demostró que era importante
Y al final, me decepcionó
Al final me destruyó
Destruyó lo que él mismo había construido
Destruyó mi yo
Destruyó lo que más me gustaba
Me devolvió mi vida
La vida que no quería
Me devolvió mis inseguridades
Otrás las clavó más
Después del amor, vino el odio
Un odio con recuerdos
Recuerdos que quiero olvidar
Lo odio porque lo que me enseñó no sirve
Lo odio porque me mintió
Lo odio porque su vida era una mentira
Lo odio porque de mi vida hizo una mentira
Lo odio porque mi maestro era un charlatán
Lo odio porque me lo advirtió
Lo odio porque no insistió en advertirme más
Lo odio porque se encargó de cumplir su promesa
Lo odio porque su promesa era destruirme
Lo odio porque estoy destruida
Lo odio porque aún lo sigo queriendo
Lo odio porque no sé si lo que sentí fue amor
Lo odio porque lo sigo viendo en cada paso que doy
Lo odio porque lo alucino
Lo odio porque lo extraño
Lo odio porque no lo puedo olvidar
Pero más me odio porque me importa
Él no estaba en su derecho de verme llorar
Él no estaba en su derecho de hacerme llorar
Él no estaba en su derecho de llorar
Él no estaba en su derecho de que yo lo viera llorar
No estaba en su derecho de hacerme sentir amor
No estaba en su derecho de no sentirlo por mi
Él tenía lo que quería
Yo lo tenía a él
Él tenía a alguien más
Yo lo tenía a él
Yo lo ODIO.

Moraleja: Sobre advertencia no hay engaño.